Extraños en la biblioteca

Después de la visita de Vonte y Ripper a la enfermería no los había visto demasiado por el lugar, de ripper no le extrañaba y tampoco echaba de menos no verlo, era un sujeto muy raro. En cambio debía hablar con vonte, ver como la estaba pasando y si se uniría a libertad.
Todavía no podía salir de misión debido a sus heridas y me pasaba la mayor parte del tiempo vagando entre las estanterías. Tampoco iba a las asambleas por el esfuerzo mental que estas requerían, el médico asi le había aconsejado.
Todo esto de ser un inútil no le gustaba, se aburría y emepzaba a ponerse nervioso y paranóico. quién patrulla la ciudad, quién provee de suministros a todos? pasar de ser alguien muy importante a un lisiado no le gustaba nada.

Si iba a estar sin hacer nada, por lo menos discutir su situación con vonte.
Anduvo buscando por los pasillos pero no tuvo suerte, esa chica era escurridiza. Se fijó en la parte de afuera para ver si estaba en entrenamiento pero tampoco la veía. Lo único que quedaba era sentarse en frente de la habitación de Lucía y esperar su llegada. Se puso un banquito al lado de la puerta, se llevo un buen libro y se disupuso a aguardar a la joven.

Lucía llegó algo distraída, con un libro en una mano y una tableta de chocolate en la otra. Había logrado escaquearse antes del entrenamiento con la excusa de que tenía la regla, lo cual no era ninguna mentira, pero su periodo no era precisamente un impedimento para nada.

Al llegar a la puerta de su cuerto de encontró con Burd acampado delante, claramente esperándola.

-Er... ¿Es algún tipo de emboscada?- preguntó alzando una ceja. Un tipo esperando sentado en la puerta de la habitación de una chica era algo un poco extraño. Extraño en el sentido de que daba mal rollo.-¿Llevas mucho rato ahí?

-Solo llevo un rato, además leyendo se pasa el tiempo.

La verdad es que la situación era bastante rídicula, atrincherarse en la puerta era una idea bastante mala ahora que o pensaba. Su imagen pasaba de destructor de hogares a acosador sexual.

-eeeh esto parece extraño, pero no te encontraba en ningún lado, y con esta pierna no puedo moverme mucho, al menos por ahora. No soy un tipo raro o algo asi- aclaré sonrojado y bastante nervioso.

Lucía se echó a reír, haciendo un gesto que daba a entender que no tenía mayor importancia. Entró en la habitación y guardó el libro con los demás que había ido secuestrando. También escondió el chocolate. << Parezco una ardilla o una urraca guardando cosas en el nido...>>

-Es cierto que no paro quieta. Entre los entrenamientos y los libros y lo enorme que es este sitio...-comentó- ¿Qué es lo que querías de mi?

entré a la habitación y vi una gran pila de libros, parecía que los guardaba como objetos preciados. Era extraño, ya que todo en la bilioteca era de todos, no tenía dueño. De esas cosas y otra había que hablar.

Tome asiento en un pequeño banquito de madera- Veo que te gustan los libros que tenemos, pero no hace falta que te los guardes. Siempre están a disposición de todos, asi que los dejamos en sus estantes para que la gente los lea. Tenemos que hablar sobre tu estadia en libertad. Piensas instalarte definitivamente o vas a irte en algún momento? lo mejor sería que te quedaras, afuera todo está muy mal. Pero quedarte conlleva ciertas responsabilidades y compromisos de los cuales deberias estar al tanto.- No quería sonar demasiado serio, pero era un tema delicado. Yo quería que se quedara, pero debia colaborar como todos y unirse definitivamente a libertad.

Lucía sabía que ese momento tenía que llegar, tarde o temprano. Ya había tenido tiempo de meditar con cuidado lo que quería hacer, pero tenía miedo de que su decisión pusiera punto y final a las relaciones que había conseguido hasta el momento. No quería convertirse en intrusa a ojos de los otros.

-Tan solo los guardo mientras los leo. Es muy tedioso tener que volver a buscarlos y así me ahorro salir dle cuarto y estar con gente cada vez que quiero leer- lo cierto es que eos había sonado muy antisocial- Pero cuando los acabo los dejo en su sitio. No son libros de consulta ni de teoría aplicable, así que tampoco importa mucho, ¿no?

Las bibliotecas funcionaban así, al fin y al cabo. Y no pensaba llevárselos una vez dejase el edificio.

-Y... Neru me ha hablado sobre lo que hacéis en Libertad, aunque ya tenía decidido que no iba a quedarme para siempre. Tan solo seguiría aquí lo suficiente para aprender a manejarme sola, sin tener que depender de Ripper o de vosotros. Creo que unirme a una facción me limitaría bastante, y no me atrae mucho eso de los bandos y las guerras ideológicas. No va mucho conmigo eso de abanderar ideales, aunque no digo que me parezca mal- añadió rápidamente por miedo a ofender de alguna forma a Burd.

La decisión de Vonte lo ponía triste, sentía que si no se quedaba no podia pagar su deuda por quitarle su hogar. Además que iba a hacer una joven semi desquiciada sola en el mundo? era demasiado, aunque ella ya habia sobrevivido bastante, metida en una cajita de cristal claro está.

-Decisiones son decisiones, no puedo cambiar tu forma de pensar y no pienso hacerlo, pero si te arrepientes yo te abriré las puertas de nuevo. Ahora la parte difícil y a la que no quería llegar. A pesar de nuestro ideal de solidaridad mutua, no podemos permitir que gente que no pertenezca a Libertad se quede mucho tiempo, solo lo necesario para recuperar fuerzas, darles provisiones y desearles un buen viaje. Ya que decidiste no unirte, tendrás que irte en breve, pero todavia tengo una deuda pendiente, te debo una casa.
No puedo darte la mía pero puedo ayudarte a conseguir otra. Me ofrezco para limpiar algún lugar de amenazas y ayudarte a hacerlo tu hogar.

Y ahora llegaba la parte mala ''No eres una de los nuestros, no puedes estar aquí'' Lucía había esperado esas palabras. Llegaron de forma más amable pero en esencia decían lo mismo.

-Sabía que me dirías eso. En parte tenía miedo de que supieras de mi decisión porque no quería que me echáseis antes de que pudiese estar lista... -estaba sentada en la cama, con las piernas cruzadas, mirandose las manos fijamente- La verdad es que aún no sé si tendré de nuevo casa fija, o donde podría quedarme. Todavía tengo muchas cosas que aclarar...- Tenía dudas, muchas dudas- ¿Si no soy de vuestra facción no podré volver a ver a Neru ni a ti?

La chica me partía el alma, preguntaba si nos podría seguir viendo, cosa que ocurriría esporádicamente.

-Nos verás, pero por esas casualidades de la vida, ya que no estaremos a mano. La tierra se volvió en un lugar horrible y para sobrevivir como grupo debemos tomar estás precauciones. Lo único que puedo hacer es darte todo lo que necesites, ayudarte a conseguir un lugar seguro y desearte suerte. Si tenés algun lugar que quisieras que limpiemos por ti, dilo. Puede ser cerca de aquí para que nos encontremos- Antes de terminar de hablar se le ocurrió una cosa, iba en contra de las reglas, pero no podía no hacerlo.- Antes de irte, te voy a entregar uno de nuestros radio transmisores, con este puedes comunicarte conmigo y con Neru, pero nadie debe saber que lo tienes. Si te descubren podemos estar en problemas, nosotros ser juzgados por una asamblea popular, y a vos te pueden ir a buscar por tener material nuestro, hasta podés ser considerada una espía.

Todavía no entendía porque la muchacha quería irse, afuera no había nada, y en la librería estaba todo. Si pensaba que corría riesgos por la guerra, no sabía lo que eran las calles alla afuera.

-Mientras no esté prohibido que nos encontremos me vale- comentó, descruzando las piernas. Miró el regalo con atención, asombrada de que llegase tan lejos por ella- Gracias- dijo con una sonrisa- Gracias por todo. Tal vez hasta te perdone por lo de mi casa

Se echó a reír y a continuación guardó la radio en su mochila. No pensaba decirle nada a Ripper por el momento.

-La próxima vez que salgamos iré buscando sitios que puedan interesarme. Pero si no te importa prefiero alguna zona no frecuentada por ninguna facción y que no tenga demasiado interés, estaré más tranquila.

-mmm todas las zonas tienen su desventaja. Si ninguna facción se encuentra ahi quiere decir que está completamente saqueada o es tan peligrosa que ni vale la pena. tal vez en la zona residencial puedas vivir tranquila. Pero cuanto antes te decidas, antes podemos ir y acondicionar el lugar. A menos que te quieras quedar... no te vamos a enviar en misiones debido a que eres apenas un poco más que una niña, solo tendrías que realizar tareas aqui adentro, como ordenar la biblioteca, utilizar el radiotransmisor, reparar objetos, hacer inventarios, todo ese tipo de cosas. Que seas de los nuestros no quiere decir que te demos un arma y te mandemos al frente de combate.


Era mi último intento de convencerla de quedarse. Había pocas esperanzas, pero debía probar una vez más.

Aquel comentario le dolió en el alma.
-No me jodas, Burd, Neru tiene la misma edad que yo, incluso creo que es más pequeño- se quejó, ofendida. Cierto era que no sabía usar ningún arma (todavía) pero no significaba que fuese negada para el combate.- Y sé que a él sí que lo mandais en misiones.

Acabó de coger sus cosas para el aseo y echó a Burd de la habitación disimuladamente.

-Aún así no quiero quedarme. Es por motivos personales. Vosotros luchais por unos ideales, y yo no. Tampoco soy una persona muy sociable y creo que me irá bien. Nos irá bien.

No lo había mencionado, pero todos sus planes incluían a Ripper incluso de forma inconsciente.

-Lamento haber herido tu orgullo, pero supuse que una de los motivos era el riesgo, cosa de la cual quería despreocuparte. Todo el que quiera sale a la ciudad, el que no lo obligamos, solo por eso te mencioné lo de quedarte- se sentía un poco avergonzado por la mala interpretación- Como ya dije la decisión es tuya, y si ripper está de acuerdo vayanse juntos. Creo que él prefería que te quedaras, pero la nuestra pocas reglas así lo dicen, deben marchar. Tienen algunos días todavía, así que yo lo usaría para pensar a que lugar te quieres ir. De tu nuevo lugar yo me ocupare personalmente. Es una promesa

-No me importa luchar por mi vida siempre y cuando sea solo mi vida por la que estoy luchando- respondió encogiéndose de hombros

Cerró la puerta de la habitación y se preguntó si el baño estaría libre.

-Confío en que cumplirás tu palabra, aun así quier salir con vosotros la próxima vez que vayais a por comida, a ver si encuentro algo que me guste...

La chica tenía un punto, el cual no tenía mucho sentido para mi pero cada uno es libre de hacer lo que quiera. Aunque tenía la certeza de que los lobos solitarios que luchan por si mismos tienden a la locura, la muerte y el suicidio.

-Una promesa es una promesa. Cuando hayas meditado donde quieres ir me avisas personalmente o por el transmisor. Con respecto a lo de salir, el médico me lo a prohibido, pero sobre dar unas vueltas por el lugar con algún viejo jeep no a dicho nada- le dije guiñandole un ojo- Si querés te paso a buscar en unas horas.

Lucía ya estaba aseada y vestida, tirada por algún rincón de la zona de lectura viendo una guía turística de la ciudad. Tenía la espalda contra el suelo y ñlas piernas levantadas y apoyadas sobre un estante, y sostenía el grueso libro con los delgados brazos estirados, dando la impresión de que iban a romperse en cualquier momento bajo el peso que sostenían. Había estado descartando zonas por varios motivos, como por pertenecer a alguna facción, por ser zona de conflicto o por avistamientos frecuentes de criaturas. Sabía que era demasiado pedir una zona limpia, pues toda la ciudad era un infierno, pero había diferentes niveles de peligrosidad.

Por antojo más que por otra cosa, miraba fotos de casonas en la zona residencial. Siempre había soñado con una casa así y de pequeña solía creer ingenuamente que sus padres algún dia tendrían dinero para una... o ella misma. << Claro que ya de poco sirve el dinero>> Decidió finalmente que daría una vuelta por allí, solo por mirar, y luego si no encontraba nada se resignaría y buscaría un edificio medianamente entero cerca de donde había estado su casa.

-Ahora a ver dónde se ha metido Burd...

Los días habían pasado y ya me encontraba mucho mejor, podía andar casi con normalidad. Todavía no había recibido el alta para las misiones, pero se me estaba permitido salir del edificio y "tomar aire", el aire de la máscara de gas.
Para festejar mi pronta mejora decidí ir a buscar algo de vodka a la despensa y revisar los vehículos en el improvisado garage. No era bueno beber y conducir, pero con moderación no hay ningún problema. Feliz con mi vodka bajo el brazo me tropecé con Lucía en uno de los estrechos pasillos de la biblioteca.

-Ah, hola! hace bastante tiempo que no te veía ¿Qué cuentas de nuevo?

Lucía miró a Burd preguntándose el motivo de su felicidad hasta que vio la botella bajo el brazo y soltó una risilla.
-Entrenando, hice un par de salidas con los otros para buscar provisiones y...-recordó el encuentro con el tipo raro de los potingues y como había estado vomitando y con diarrea despues de eso- Ahora tengo ropa nueva.

Sacó el libro que había estado ojeando y le enseñó el tema dedicado a la zona que había elegido para su nueva casa.

-Hhe estado pensándolo y quiero una casa como esta- señaló una de las mansiones- Solo que más pequeña y menos cantosa.
Seguro que fue la primera zona que saquearon cuando se fue todo al traste así que Lucía supuso que ya no quedaría nada de interés y que sería relativamente tranquila, si se iban a las avenidas menos ostentosas. << Algo compacto y fácil de proteger..>>

la chica ya había elegido la zona, solo quedaba encontrar una pequeña casita. Las residencias no tenían casi ningún interés estrategico, además solo había zombies y en pocas cantidades. No había reportes de criaturas extrañas o demás cosas que pululan en la ciudad.

-Me parece una buena elección, el único probleam va a ser obtener víveres, ya que no deben quedar casas sin saquear, así que vas a tener que salir de vez en cuando de tu casita. -hice una pausa para abrir el vodka y darle un trago- Estás de suerte, justo estaba yendo a revisar los jeeps, podría llevarte a dar una vuelta si quieres. Aunque no estaría mal conseguir a otro acompañante.

Lucía s sentía orgullosa de su elección, y los víveres no serían un problema, había recogido provisiones suficientes para algunas semanas mientras se instalaban y sabía algunas zonas en las que podrían buscar más adelante.

-Entonces iré a buscar a Neru- dijo, y le dejó el libro a Burd para ir en busca del chico.

Creía haberlo visto por la cocina, y allí lo encontró, saqueando la despensa en busca de chocolate.

-¡Ajá, te he pillado!- dijo en tono triunfal- Voy a buscarme casa nueva, ¿te vienes?- propuso, alargando la mano para pedirle chocolate

''¡Ajá, te he pillado!''

Neru se golpeó con un armario al escuchar la voz y se giró, rascandose la cabeza.

''Ah, hola, no me grites así si es posible.'' Sacó una tableta de chocolate del bolsillo y se la dió. ''¿Casa nueva? Ya te mudas, ¿eh? Una lastima, ya no tendré con quien compartir chocolate.''

Caminó con ella hacia donde le guiaba.

Mientras los niños robaban chocolate me fui hacia el garage. El único vehiculo disponible era el viejo jeep que parecía recién salido de algún combate. Tenía agujeros de bala en las puertas, estaba todo sucio y no tenía el vidrio delantero. A pesar de todo la vieja cafetera podía correr en la ciudad.
Hice los últimos ajustes, agarré el transmisor, mis armas y me dedique a beber los últimos tragos de vodka antes de que neru y vonte llegaran

Lucía había llevado a Neru primero a su habitación para recoger algunas cosas, entre ellas su fiel barra de gotero y su máscara. Fueron al garage donde Burd les estaba esperando subido en el mismo montón de chatarra en el que habían viajado el día en que se conocieron.

-¿En serio vamos a ir en este trasto?

Tenía la impresión de que los dejaría tirados en medio de ninguna parte, aun así se acomodó en la parte de atrás, con la barra de hierro entre sus huesudas rodillas.

Después de ir a la habitación, fueron al garaje. Burd tenia pensado ir en el trasto con el que volvieron a la base.

''Lucía, me acabas de leer la mente. Burd, ¿recuerdas el descapotable que encontramos en el hospital y que yo me traje? Le he añadido un techo, mejorado la carrocería y he hecho el motor mas silencioso. ¿Sigues queriendo ir en este montón de chatarra?''

Neru rió, como para no, seguro que acabarían abandonados en mitad de la ciudad por culpa de ese viejo jeep. ''Vosotros elegís en que vehículo ir.''

Todos miraban muy mal al viejo jeep, aunque yo le tenía aprecio, había pasado tantas cosas con él que era parte de mi vida.

-Neru, no veo en este garage tu famoso autito-dije señalando el lugar vacío- y si lo tienes en otro lugar que no sea de acceso de todos, vas a tener que enfrentarte a una asamblea por usurpación de recursos- tener algo tan valioso para uno mismo era algo grave en libertad, iba en contra de nuestros ideales de solidaridad.

Como vonte ya estaba acomodada en el vehiculo me subí en el asiento del conductor y le señale a neru que tomara asiento y se ocupara de la ametralladora, nunca se sabe cuando va a ser necesario que te cuiden las espaldas.