Nombre: Mijail Vasilev
Apodo: Ripper
Sexo: Hombre
Edad: Desconocida. Posiblemente ronde los treinta años o los veinte y muchos.
Facción: No afiliado.
Profesión: Ex presidiario (si es que se puede considerar profesión)
Apariencia: Hombre de rasgos eslavos. Mide aproximadamente 1,98m y posee una constitución atlética, fruto de su estancia en prisión y su posterior fuga, que lo obligó a sobrevivir en un entorno hostil. Tiene el pelo negro, aunque de normal va completamente rapado, así como con un afeitado pulcro. Tiene ojos marrones oscuros, casi negros. Sus rasgos van siempre tapados por una máscara de gas con lentes rojas. Viste siempre con una camisa interior blanca manchada de sangre seca, barro y otros fluidos, unos pantalones militares de camuflaje con tirantes y unas botas, que robó del cadáver de un soldado. También lleva unos mitones de tela negra.
Personalidad: Claramente desequilibrado, no habla nunca con nadie ni con nada. De hecho, que se sepa nadie lo ha oído hablar. Su apariencia completamente inexpresiva se refuerza con su frialdad y brutalidad a la hora de matar. Nunca prolonga el sufrimiento de sus víctimas, pero sí es imaginativo a la hora de terminar con ellas, casi cómo si buscara dejar un bonito cadáver. Le gustan las manzanas y tiene cierta fijación con Shakespeare, y se dedica muchas veces a escribir citas y fragmentos de sus obras con tiza.
Historia: Antes de la catástrofe, residía en una prisión, acusado de asesinato múltiple. El día en que las cosas se desmadraron y en cuanto vio oportunidad, robó a un preso una rudimentaria arma, hecha de alambre y dos palos, y haciendo gala de su sigilo consiguió escapar en medio de la confusión, no sin antes dejar unos cuantos cadáveres tras de sí. Desde entonces ha estado vagando sin rumbo. Es un hombre habilidoso, y la cárcel le ha enseñado un amplio abanico de trucos para fabricar explosivos caseros, trampas y demás lindezas.
Inventario inicial:
-Una cajita de latón llena de tiza.
-Alambre atado firmemente a dos pequeñas secciones de metal que funcionan como asidero, pensado para asfixiar a la víctima, degollarla o incluso decapitarla si se mueve adecuadamente el arma de un lado para otro.
-Navaja de afeitar, que sólo usa para mantener su pelo y barba cortos. La porta en la bota izquierda, y no la usará para el combate hasta que se vea desprovisto de más armas.
-Cuchillo de trinchera.
-Dragunov, con 5 balas de las 10 del cargador. Sólo ha disparado una bala con él, reservando la munición.
-SPAS 12, con 4 cartuchos del calibre .12. No ha disparado con ella aún.
Apodo: Ripper
Sexo: Hombre
Edad: Desconocida. Posiblemente ronde los treinta años o los veinte y muchos.
Facción: No afiliado.
Profesión: Ex presidiario (si es que se puede considerar profesión)
Apariencia: Hombre de rasgos eslavos. Mide aproximadamente 1,98m y posee una constitución atlética, fruto de su estancia en prisión y su posterior fuga, que lo obligó a sobrevivir en un entorno hostil. Tiene el pelo negro, aunque de normal va completamente rapado, así como con un afeitado pulcro. Tiene ojos marrones oscuros, casi negros. Sus rasgos van siempre tapados por una máscara de gas con lentes rojas. Viste siempre con una camisa interior blanca manchada de sangre seca, barro y otros fluidos, unos pantalones militares de camuflaje con tirantes y unas botas, que robó del cadáver de un soldado. También lleva unos mitones de tela negra.
Personalidad: Claramente desequilibrado, no habla nunca con nadie ni con nada. De hecho, que se sepa nadie lo ha oído hablar. Su apariencia completamente inexpresiva se refuerza con su frialdad y brutalidad a la hora de matar. Nunca prolonga el sufrimiento de sus víctimas, pero sí es imaginativo a la hora de terminar con ellas, casi cómo si buscara dejar un bonito cadáver. Le gustan las manzanas y tiene cierta fijación con Shakespeare, y se dedica muchas veces a escribir citas y fragmentos de sus obras con tiza.
Historia: Antes de la catástrofe, residía en una prisión, acusado de asesinato múltiple. El día en que las cosas se desmadraron y en cuanto vio oportunidad, robó a un preso una rudimentaria arma, hecha de alambre y dos palos, y haciendo gala de su sigilo consiguió escapar en medio de la confusión, no sin antes dejar unos cuantos cadáveres tras de sí. Desde entonces ha estado vagando sin rumbo. Es un hombre habilidoso, y la cárcel le ha enseñado un amplio abanico de trucos para fabricar explosivos caseros, trampas y demás lindezas.
Inventario inicial:
-Una cajita de latón llena de tiza.
-Alambre atado firmemente a dos pequeñas secciones de metal que funcionan como asidero, pensado para asfixiar a la víctima, degollarla o incluso decapitarla si se mueve adecuadamente el arma de un lado para otro.
-Navaja de afeitar, que sólo usa para mantener su pelo y barba cortos. La porta en la bota izquierda, y no la usará para el combate hasta que se vea desprovisto de más armas.
-Cuchillo de trinchera.
-Dragunov, con 5 balas de las 10 del cargador. Sólo ha disparado una bala con él, reservando la munición.
-SPAS 12, con 4 cartuchos del calibre .12. No ha disparado con ella aún.