Días en Libertad, Tiempo de Lectura (Publico)

Estando herido por mis ultimas "aventuras" en el exterior no era útil en las misiones, asi que solo podía vagar por la biblioteca y hacer algunos trabajillos, algo que nunca estaba de más. Por ejemplo uno de los generadores solares estaba funcionando mal, lo cual era un problema.
Fui hasta el cuarto de control, agarré una caja de herramientas y me fui al tejado donde estaban estos generadores. Al revisar el aparejo un poco me di cuenta de que tenía muy poca idea acerca de estos aparatos y era muy riesgoso andar tocandolo asi como asi. Por esas casualidades de la vida estabamos en una biblioteca, y en ella debían haber libros de mecánica e ingeniería. Baje cuidadosamente las escaleras y me fui hasta la parte de libros técnicos, allí había un monton para elegir. Agarré unos cuantos y me dirigí hacia la zona de lectura. Por andar cargando tantos libros no me di cuenta de que había una chica ahi tirada en el piso lo que provocó que tropezara con sus pies y me cayera de boca al piso.

La chica intentó salvar mi nariz del suelo pero fue inevitable. Mi cara se estampó de lleno y mi nariz se me puso muy roja. Me arrodille un poco para levantar los libros que se habían desparramado por el suelo.

-Lo lamento, no te vi ahi en el suelo. Igual muchacha no elegiste el mejor lugar para leer.

Me sentía un poco tonto por haberme caido como un colegial y a la vez un poco enojado con la chica por estar ahi tirada habiendo tantas mesas para leer. La miré un poco y me parecía solo conocerla de vista.

-Gracias, no pasa nada. A sido el enojo del momento- dije limpiandome la cara y juntando los libros- estaba recopilando información sobre los generadores solares. Él que se encarga de eso no está y están andando un poco mal.

La chica tenía el pelo de un tono bastante extraño y lucía muy seria. Era raro que no la haya visto merodeando por ahi. una joven así no se olvida facilmente.

-No nos han presentado, mi nombre es Burdalesa-Aunque pensandolo bien, era un apodo, pero hacía mucho que no tenía nombre.

La chica parecía como perdida, o como muy metida en sus pensamientos. Hablaba bajito y lo último que dijo era casi un murmullo. Aunque su teoría era algo rebuscada, ya que poco sol se veia en la ciudad. Las nubes negras nos habían quitado al primer dios y las cosechas eran todas in-door.

-Si, seguramente pero hay que arreglarlo. Mucha maña no me doy con la tecnología solar, yo era obrero metalurgico, lo mío son las fundiciones. Tampoco tengo ganas de leer sobre estas cosas, pero el médico me prohibio salir de la base y bueno, me siento un poco inutil.

-hace poco tuve, digamos, un accidente en una misión, quedé muy maltrecho y el médico dijo que haga reposo. Además de las heridas internas una bala me perforó la pierna de lado a lado, por eso no puedo andar corriendo por ahi.
Generalmente me encuentro afuera y ahora al no poder salir ando caminando por las paredes sin saber que hacer- hice un además de resignación con los hombros.


La pierna comenzó a molestarme así que me senté lentamente en el suelo al lado de la joven. No era el mejor lugar para descansar, pero había otros peores.

La chica me miraba y me sentía algo incómodo. Era bastante hipocrita de mi parte sentarme ahi y leer despues de quejarme, pero necesitaba tiempo para que mi pierna me dejara de doler para moverme a una mesa. Mostrar mi estado no era algo que me gustara, asi que agarre malguno de mis libros y me puse a hacer como que leia, cosa que no tenia ganas de hacer despues de la caida el dolor, y sobretodo la pereza