Un día más en que por fin aparece el sol entre los tablones de la ventana. Salgo del viejo saco de campaña y con una manga me limpio el sudor que queda de las pesadillas, de las cuales solo recuerdo haber dormido fatal. Un rápido vistazo en mis prismáticos me revela las ojeras pero ni me inmuto, solo los uso para observar, como siempre, a través de la ventana, a ver si algo ha cambiado en el maldito exterior. Todo sigue igual.
Voy saludando a los que estén despiertos y me voy a la cocina improvisada, pruebo bocado de manera nimia y luego, animándome a cada paso, llego a una de las salas donde se imparten clases. Vacía, de momento. Vacía de vida, porque los ocupantes siguen durmiendo. Así que aprovecho con cuidado para escribir el temario en la pizarra usando el mismo polvo y suciedad de esta. Aún sigue escrito lo de ayer, así que solo tengo que reforzar esto y completarlo. Empiezo a silbar al tiempo que voy buscando libros en las estanterías y a repartirlos por los bancos hasta que alguien me agarra de la pierna sobresaltándome.
-¿Qué haces? Anoche te fuiste cabreadísimo y dijiste que hoy no darías clase...-me gruñó una voz desde debajo de una manta.
-Demonios... No lo recordaba... ¿Por qué me cabreé?-inquiero, pero cambio de idea bruscamente.- Mejor no, sigue durmiendo.-añado sin obtener respuesta.
Intentando recordar salgo del sitio dejándolo tal cual y vuelvo a la sala donde duermo con otros. Me aposto en la ventana tablonada y vuelvo a mirar la ruinosa ciudad con mi prismático cojo mientras jugueteo con mi navaja.
<< Podría salir a explorar... Quizá así recuerde la pesadilla o se haga realidad y la recuerde a golpes. Iría sólo... ¿Pero qué puede haber peor que no recordar lo de anoche y este asco de mundo? Vamos a dar una vuelta >>
Raudo me visto el cinturón para las pistolas y el machete, vuelvo a ponerme la bata de médico sobre este, el prismático al cuello y escondido bajo la ropa. Los viejos pantalones raídos de cuero, las botas de montaña, la mascarilla por si acaso y a la ventana más cercana al suelo. Saludo a quien está de guardia y tras avisar de que voy a "pasear", me deja salir con unas palabras de advertencia.
-Lo peor ya está hecho, amigo. No hay nada que nuestra raza pueda hacer que me asuste más.
Sigue en no-sé-dónde (de momento, luego edito)
Voy saludando a los que estén despiertos y me voy a la cocina improvisada, pruebo bocado de manera nimia y luego, animándome a cada paso, llego a una de las salas donde se imparten clases. Vacía, de momento. Vacía de vida, porque los ocupantes siguen durmiendo. Así que aprovecho con cuidado para escribir el temario en la pizarra usando el mismo polvo y suciedad de esta. Aún sigue escrito lo de ayer, así que solo tengo que reforzar esto y completarlo. Empiezo a silbar al tiempo que voy buscando libros en las estanterías y a repartirlos por los bancos hasta que alguien me agarra de la pierna sobresaltándome.
-¿Qué haces? Anoche te fuiste cabreadísimo y dijiste que hoy no darías clase...-me gruñó una voz desde debajo de una manta.
-Demonios... No lo recordaba... ¿Por qué me cabreé?-inquiero, pero cambio de idea bruscamente.- Mejor no, sigue durmiendo.-añado sin obtener respuesta.
Intentando recordar salgo del sitio dejándolo tal cual y vuelvo a la sala donde duermo con otros. Me aposto en la ventana tablonada y vuelvo a mirar la ruinosa ciudad con mi prismático cojo mientras jugueteo con mi navaja.
<< Podría salir a explorar... Quizá así recuerde la pesadilla o se haga realidad y la recuerde a golpes. Iría sólo... ¿Pero qué puede haber peor que no recordar lo de anoche y este asco de mundo? Vamos a dar una vuelta >>
Raudo me visto el cinturón para las pistolas y el machete, vuelvo a ponerme la bata de médico sobre este, el prismático al cuello y escondido bajo la ropa. Los viejos pantalones raídos de cuero, las botas de montaña, la mascarilla por si acaso y a la ventana más cercana al suelo. Saludo a quien está de guardia y tras avisar de que voy a "pasear", me deja salir con unas palabras de advertencia.
-Lo peor ya está hecho, amigo. No hay nada que nuestra raza pueda hacer que me asuste más.
Sigue en no-sé-dónde (de momento, luego edito)